Escuche este artículo:
¿Puede el CBD afectar el cerebro y el cuerpo?
En los últimos años, el CBD ha obtenido un inmenso éxito como remedio natural para diversas afecciones de salud. Aunque el CBD se deriva de la planta de cannabis, no produce los efectos psicoactivos asociados con su contraparte, el THC. En cambio, el CBD interactúa con nuestro cerebro y cuerpo de una manera única. En este artículo, veremos cómo el CBD afecta nuestro cerebro y cuerpo, arrojando luz sobre sus mecanismos y posibles beneficios.
Antes de hablar de sus efectos, es fundamental entender qué es el CBD. El CBD es uno de los más de 100 cannabinoides que se encuentran en la planta de cannabis. Cuando consumes CBD de espectro completo , interactúa con el sistema endocannabinoide (ECS) de nuestro cuerpo. Es una red compleja de receptores y neurotransmisores que ayudan a regular diversos procesos fisiológicos. Incluyendo sensación de dolor, estado de ánimo, apetito y función inmune.
El CBD interactúa con el SEC uniéndose a receptores específicos en el cerebro llamados receptores CB1 y CB2. A diferencia del THC, que se une principalmente a los receptores CB1 y genera euforia, el CBD tiene un efecto más indirecto. Modula estos receptores, influyendo en cómo interactúan otros neurotransmisores.
El aceite de CBD puede afectar los niveles de neurotransmisores en el cerebro. Como por ejemplo la serotonina, que desempeña un papel crucial en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad. Al mejorar la señalización de la erotonina, el CBD puede ayudar a aliviar los síntomas de ansiedad y depresión.
Las investigaciones sugieren que el CBD tiene propiedades neuroprotectoras. Lo que significa que puede ayudar a proteger las células cerebrales del daño y la degeneración. Por tanto, esto podría tener implicaciones para enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
Uno de los efectos más conocidos del CBD es su potencial para el tratamiento del dolor. El CBD interactúa con los receptores del ECS implicados en la percepción del dolor, proporcionando alivio a quienes padecen dolor crónico.
El CBD también exhibe poderosas propiedades antiinflamatorias. Puede reducir la inflamación en todo el cuerpo, lo que lo hace beneficioso para afecciones como la artritis y la enfermedad inflamatoria intestinal.
En 2018, la FDA aprobó Epidiolex, un medicamento con CBD, para el tratamiento de dos formas raras de epilepsia: el síndrome de Lennox-Gastaut y el síndrome de Dravet. Esto marcó un paso importante en el reconocimiento del potencial del CBD como agente antiepiléptico.
Según la ley federal, el CBD derivado del cáñamo industrial con una concentración de THC (tetrahidrocannabinol) no superior al 0,3% es legal. Este cambio se produjo con la aprobación de la Ley Agrícola de 2018. El CBD que cumple con estos criterios no está clasificado como sustancia controlada y puede venderse y usarse en una variedad de productos, incluidos aceites, cremas y comestibles.
Las leyes estatales sobre el CBD pueden variar ampliamente. Algunos estados han adoptado regulaciones federales y permiten la venta y el uso de CBD derivado del cáñamo sin restricciones. Otros pueden tener reglas más estrictas, incluidas limitaciones en el contenido de THC o requisitos de etiquetado y pruebas.
En los estados donde la marihuana medicinal y/o recreativa es legal, los productos de CBD con mayor contenido de THC también pueden ser legales, pero generalmente requieren una tarjeta de marihuana medicinal o el cumplimiento de las regulaciones estatales.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) tiene autoridad regulatoria sobre los productos de CBD y ha declarado que es ilegal comercializar CBD en alimentos, suplementos dietéticos o como medicamento sin su consentimiento. Como resultado, es posible que algunos productos de CBD disponibles en el mercado no cumplan con las regulaciones de la FDA.
Por lo tanto, las ordenanzas y regulaciones locales pueden afectar aún más la legalidad del CBD en áreas específicas de un estado.
En conclusión, el CBD afecta tanto al cerebro como al cuerpo de diversas formas, ofreciendo posibles beneficios terapéuticos para una amplia gama de afecciones. Su interacción con el sistema endocannabinoide, su regulación de los neurotransmisores, sus propiedades neuroprotectoras así como su impacto en el manejo del dolor y la inflamación lo convierten en un remedio natural prometedor. Sin embargo, es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de incorporar el CBD a su rutina de bienestar para garantizar su seguridad y eficacia para sus necesidades específicas.
Submit your email to get updates on products and special promotions.