Gestionar el estrés con dietética natural
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Los carbohidratos complejos, a menudo descuidados, son verdaderos aliados en la lucha contra el estrés. Los cereales integrales, el arroz integral y los tubérculos, ricos en estos nutrientes, tienen un impacto directo en nuestros niveles de serotonina. Obviamente, a menudo se les llama la hormona de la felicidad. El consumo habitual de este tipo de hidratos de carbono estimula la producción de esta hormona en nuestro organismo. Esto crea una sensación general de bienestar y ayuda a reducir la tensión nerviosa.
Es fundamental destacar el papel vital del magnesio en el manejo del estrés. Este mineral esencial participa en más de 300 funciones corporales distintas. Y contribuye en particular a la relajación muscular y a la regulación del ritmo cardíaco, dos aspectos esenciales para mantener un nivel bajo de ansiedad. Además, los alimentos ricos en magnesio incluyen las almendras, las espinacas e incluso el chocolate negro. Incorporar estos alimentos a su dieta diaria podría ayudarlo significativamente a controlar el estrés de manera efectiva a lo largo del día.
La asimilación de proteínas en nuestra dieta diaria es un factor clave en la modulación del estrés, tal y como indica un estudio reciente de Harvard Health Publishing en 2019.
Es fundamental introducir estos nutrientes en la dieta de forma paulatina y cuidadosa. Las tendencias nutricionales actuales fomentan un enfoque integrado y holístico. Esto significa favorecer las fuentes naturales y ecológicas, elegir alimentos integrales que contengan todos sus nutrientes esenciales, adaptar su consumo según las estaciones y respetar el apetito natural sin caer en excesos ni restricciones. Al adoptar estos hábitos saludables, puede optimizar su ingesta de proteínas y al mismo tiempo controlar eficazmente sus niveles de estrés.
Es posible encontrar consuelo en una taza caliente, especialmente cuando contiene plantas con propiedades sedantes. Las infusiones a base de manzanilla, valeriana o pasiflora son apreciadas por sus características relajantes. Ayudan a calmar el sistema nervioso y facilitan un sueño profundo y reparador. No es casualidad que nuestros mayores los utilizaran para aliviar la ansiedad y favorecer la relajación.
Los batidos no se tratan sólo de su delicioso sabor, sino que pueden ser compañeros increíbles en momentos de intensa presión. Eligiendo frutas ricas en vitamina C como la naranja, el kiwi o el mango, fortaleces tu sistema inmunológico a la vez que te das un descanso refrescante y sabroso. No olvides incluir algunos vegetales verdes para una mezcla antiestrés óptima.
Se puede subestimar la importancia de la hidratación en el manejo del estrés . Se reconoce que una hidratación óptima contribuye a nuestro bienestar y promueve un estado de ánimo tranquilo. La deshidratación no solo puede causar síntomas como ansiedad, fatiga y dolores de cabeza, sino que también puede aumentar nuestros niveles de estrés.
De hecho, se recomienda consumir entre 1,5 y 2 litros de agua al día para evitar estos inconvenientes. Pero aún así, es importante comprobar que el agua esté libre de sustancias potencialmente nocivas como el cloro o ciertos metales pesados que se encuentran en algunas aguas del grifo o embotelladas. Usar un filtro para eliminar estas impurezas es una solución adecuada.
Además, las frutas y verduras ricas en agua aportan hidratación natural y son una fuente importante de vitaminas y minerales esenciales para nuestra salud. Al adoptar estos hábitos simples pero efectivos, poco a poco establecerás las bases de una dieta equilibrada que te permitirá gestionar tu estrés de forma natural y mejorar tu salud general.
En los últimos años ha surgido un nuevo actor en el campo del bienestar y la gestión del estrés: el aceite de cannabidiol, a menudo llamado aceite de CBD. Además, esta sustancia proviene del cáñamo, una variedad legal de cannabis prácticamente desprovista de THC, la sustancia psicoactiva. Los estudios han descubierto que el CBD tiene notables propiedades ansiolíticas y ayuda a aliviar los síntomas del estrés.
Para una dieta antiestrés eficaz, incorporar aceite de CBD puede resultar beneficioso. Es decir, puedes utilizarlo para cocinar o añadirlo a tus platos después de su preparación.
Cuando se trata de determinar la dosis adecuada de aceite de CBD, no existe una respuesta universal, ya que depende de los hábitos culinarios y de las personas. Los expertos en salud natural generalmente recomiendan comenzar con una dosis modesta, alrededor de 10 a 20 mg por día.
A partir de entonces podrás ir aumentando progresivamente esta dosis hasta encontrar el nivel que mejor se ajuste a tus necesidades. Es fundamental recordar que el aceite de CBD no es una solución instantánea al estrés y debe utilizarse como complemento a una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.
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