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El cannabidiol es uno de los más de 100 cannabinoides conocidos que se pueden encontrar en las plantas de cáñamo. Conocemos sus beneficios y millones de personas lo consumen cada día en todo el mundo. Pero ¿qué pasa con los efectos secundarios del CBD? Según un estudio realizado en 2011, la molécula no es peligrosa para la salud y tiene pocos efectos secundarios identificados. Investigaciones adicionales realizadas en 2017 confirmaron el perfil de seguridad favorable del CBD y agregaron que los posibles efectos secundarios eran leves y poco frecuentes.
En la mayoría de los estudios clínicos, las pruebas se realizaron con dosis altas para evaluar los efectos secundarios del CBD. En estos casos de estudio, los efectos adversos observados fueron los siguientes:
Otro estudio también encontró que el cannabidiol tiene la capacidad de reducir la presión arterial en humanos. Esta capacidad puede ser beneficiosa para algunas personas, pero puede resultar problemática para las personas con presión arterial baja.
El cannabidiol no es adictivo de ninguna manera y no hay síntomas de abstinencia de cannabidiol cuando se deja de consumirlo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también indicó en un informe publicado en 2017 que “El CBD no presenta ningún efecto que indique un potencial de abuso o dependencia”.
Los ojos rojos son causados por el THC de las flores de CBD . En realidad, el THC reduce la presión en los ojos, al tiempo que aumenta el flujo sanguíneo, lo que puede provocar enrojecimiento. También es esta reducción de la presión ocular la que favorece el tratamiento del glaucoma. El enrojecimiento también puede deberse al humo cuando entra en contacto con los ojos. Por lo tanto, los ojos rojos no son un posible efecto secundario de los aceites de CBD o de las cápsulas de CBD de amplio espectro (sin THC).
La investigación mencionada anteriormente indica que las dosis altas de cannabidiol generalmente se toleran bien. Otros trabajos , sin embargo, revelaron que dosis extremadamente altas de Cannabidiol podían causar daños hepáticos en algunos ratones, pero en cantidades casi imposibles de tomar (el equivalente a 50.000 mg al día durante varios días seguidos para un adulto de 80 kg).
Por tanto, no incluimos el riesgo de sobredosis entre los posibles efectos secundarios del CBD. Incluso si toma dosis muy altas, no morirá, pero puede experimentar efectos secundarios no deseados, como náuseas, diarrea y letargo.
El CBD también puede afectar la capacidad del cuerpo para procesar ciertos medicamentos, incluidos los anticoagulantes. Por lo tanto, si estás tomando medicamentos, habla con tu médico antes de consumirlos, para evitar interacciones medicamentosas.
A menudo se cita el potencial del Cannabidiol para ayudar con la fertilidad porque sus efectos relajantes son beneficiosos para nuestra vida sexual . Sin embargo, una investigación realizada en 2019 concluyó que el CBD puede tener un efecto nocivo en embriones y fetos de animales. Por ello desaconsejamos encarecidamente su consumo durante el embarazo o la lactancia.
Los efectos secundarios existen, pero siguen siendo limitados. Aparte de los casos especiales mencionados anteriormente, el riesgo que corres al consumir CBD es mínimo. El desafío es sobre todo controlar tu consumo, como lo harías con cualquier producto.
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